BERG, A,:
Revista “Ingenieros” Nº 205, pp 32-35 (2013).
En Chile, el 26 % de la energía primaria proviene de fuentes sustentables; un 6 % corresponde a hidroelectricidad y un 20 % a la combustión de biomasa forestal. En la medida que el país siga creciendo económicamente, el consumo energético también aumentará. Por ello surge la inquietud: ¿de dónde provendrá esta energía? Si como sociedad no enfrentamos el problema, lo más probable es que el carbón sea la fuente principal, con consecuencias ambientales muy negativas.
Por otra parte, muchos tipos de energías renovables, como energía solar, eólica, geotérmica o de los mares, sin bien gozan de popularidad en la población, no son aplicables masivamente en una perspectiva de corto o mediano plazo, ya sea porque la tecnología comercial no está disponible, su uso aún es muy caro o su contribución a la matriz no puede ser significativa. Sin desconocer la importancia de apostar a la investigación y al desarrollo de estas tecnologías, ni desconocer la trascendencia de una diversificación de fuentes, no caben dudas de que la fuente renovable individual de mayor importancia comercial en Chile es y será la biomasa forestal; principalmente para requerimientos térmicos residencial e industriales, pero también para la generación de electricidad.